La post-adopción

Hoy, la adopción es un tema sobre el cual existen libros, informes, numerosa documentación, asociaciones e incluso revistas especializadas; todos conocemos a alguien que ha adoptado o que quiere hacerlo. Sin embargo, la post-adopción es una gran desconocida para mucha gente. Y, no es un camino sencillo. Una vez que tienes a tu hijo en casa empieza a haber ciertas dificultades, os surgirán multitud de dudas. Pero, que no cunda el pánico… ¡Todo tiene solución! Aquí tienes todas las claves para solventar tus preocupaciones, inquietudes y que la post-adopción de tu nuevo hijo, sea un éxito.


La adaptación; poco a poco

La post-adopción es un proceso de adaptación mutua donde padres e hijo deben conocerse y asumir su nueva situación. Cada miembro de esta nueva familia necesita su propio tiempo, cada hijo presenta nuevos retos según su temperamento, ritmo de aprendizaje, intereses y vivencias; pero el adoptado llega con una mochila cargada de experiencias, muy diferentes a las de un hijo biológico. De la noche a la mañana todo es nuevo: los colores, las personas, los olores, las costumbres, las personas…Tendréis que tener mucha paciencia.

El niño adoptado tiene que acostumbrarse al nuevo estilo de vida: nuevos hábitos, horarios y costumbres. Todo lo que ya conocía vuelve a desaparecer. Debéis crear un ambiente donde se sienta cómodo, confiado y sin miedo a sentirse abandonado de nuevo. ¿Cómo podéis conseguirlo?

¡A DIVERTIRSE!: Jugad y divertíos mucho con el niño. Dedicadle gran cantidad de tiempo pero, sin forzarle, que él marque el ritmo.

HORARIOS FIJOS: Estableced rutinas, horarios fijos en las horas de las comidas o en el baño y enlazad las actividades; así se habituará a su nueva vida, se sentirá confiado e irá asimilando el cambio. Otra idea es establecer un ritual de besos cada vez que se levante o al acostarse para que no se sienta incómodo u os rechace cada vez que queráis besarle y abrazarle.

Hábitos y rutinas

– Suelen ser frecuentes las pesadillas debido a la avalancha de información que le llega por el cambio de hogar. Le sobrepasan y crean estrés. Fijad un horario para irse a la cama y acudid a calmarle para que perciba que no está solo.

– En las comidas introduce los nuevos alimentos poco a poco, incluso algún plato típico de su cultura. Algunos niños comerán sin cesar, debido a la sensación de vacío en el estómago que ya han experimentado con anterioridad; repetidle que no le va a faltar la comida.
CONTACTO FÍSICO: Realizad actividades que fomenten el contacto visual y físico, como bañarle, secarle, ponerle crema… para propiciar momentos de intimidad y que se vaya acostumbrando al contacto físico.

COMUNICACIÓN: Habladle mucho, anticiparos, le dará mayor seguridad; conforme vaya creciendo comenzad a hablarle de vuestra relación, lo que os une y lo mucho que lo queréis, que jamás lo vais abandonar.

Cada niño es único por lo que no hay una fecha determinada para que finalice la adaptación. Este periodo acabará en el momento que se logre la plena confianza del niño en sus nuevos padres. Demostradle continuamente que siempre vais a estar a su lado para quererle y protegerle, además de tratar de comprenderle y apoyarle en todo momento; “Nuestros hijos necesitan nuestro amor incondicional, eso es cierto, pero no es suficiente. Necesitan además que entendamos cómo viven ellos la adopción, que sepamos reconocer su necesidades y sus sentimientos” afirma Beatriz.

Cambios en los padres

Cualquier hijo, llegue por la vía que llegue siempre te cambia la vida, más si es el primero. Vuestros horarios y costumbres variarán, tendrán que adaptarse a su ritmo de vida. Al tomar la decisión de adoptar ya sabíais a lo que os enfrentabais. Para Beatriz fue todo un acontecimiento, “¡Lo que me sorprendió es que fuera tan divertido! Aunque suene a topicazo, ser la madre de mi hija es la experiencia más bonita y enriquecedora que he vivido nunca.”

Tal vez el cambio más incomodo sea acostumbrarse a que completos desconocidos, al notar la diferencia física entre vosotros y vuestro hijo, os pregunten acerca de ello. “Cuando salimos a la calle, es como si mi hija llevara una camiseta que dijera “soy adoptada” y eso despierta en mucha gente una curiosidad morbosa. No se plantean que las circunstancias que propiciaron su adopción, sus experiencias anteriores… son historias privadas. Los padres somos los guardianes de esas historias y debemos enseñar a nuestros hijos a defender su derecho a compartirlas únicamente con quienes ellos quieran y hasta donde quieran”. Esto no quiere decir que se deba ocultar la adopción fuera del ámbito familiar, es simplemente una cuestión de privacidad.

Cualquier hijo, llegue por la vía que llegue siempre te cambia la vida, más si es el primero. Vuestros horarios y costumbres variarán, tendrán que adaptarse a su ritmo de vida. Al tomar la decisión de adoptar ya sabíais a lo que os enfrentabais. Para Beatriz fue todo un acontecimiento, “¡Lo que me sorprendió es que fuera tan divertido! Aunque suene a topicazo, ser la madre de mi hija es la experiencia más bonita y enriquecedora que he vivido nunca.” Tal vez el cambio más incomodo sea acostumbrarse a que completos desconocidos, al notar la diferencia física entre vosotros y vuestro hijo, os pregunten acerca de ello. “Cuando salimos a la calle, es como si mi hija llevara una camiseta que dijera “soy adoptada” y eso despierta en mucha gente una curiosidad morbosa. No se plantean que las circunstancias que propiciaron su adopción, sus experiencias anteriores… son historias privadas. Los padres somos los guardianes de esas historias y debemos enseñar a nuestros hijos a defender su derecho a compartirlas únicamente con quienes ellos quieran y hasta donde quieran”. Esto no quiere decir que se deba ocultar la adopción fuera del ámbito familiar, es simplemente una cuestión de privacidad.
Los primeros años: claves para establecer el vínculo afectivo

Si conoce el sentimiento de querer a alguien, aunque sufrió al despegarse de dicha persona, puede volver a querer y a sentirse querido más fácilmente que si en un pasado no estableció ningún vínculo afectivo. Sin embargo, al principio puede mostrarse indiferente hacia vosotros, ya que piensa que sois otro adulto más que aparece y desaparece en su vida; lo que a veces provoca rabietas que esconden su miedo al abandono y regresiones en su comportamiento. Volvédselo a enseñar y todo volverá a la normalidad. También es posible que tarde un poco en comenzar a socializarse con los demás. Sólo necesita tiempo.

Durante el primer año de vida, las personas aprendemos a relacionarnos afectivamente con los demás. Como el niño adoptado hasta ahora no ha tenido a nadie que le ofreciera seguridad y apoyo, niega que necesite el afecto de los demás. Así, en cuanto estéis juntos, tenéis que recuperar ese tiempo perdido y ofrecerle vuestro amor incondicional, apoyo y comprensión para lograr el vínculo afectivo.

Educación del niño adoptado

A muchos padres, el sentimiento de no ser los padres biológicos, les lleva a la conclusión de que no pueden prohibirle nada y lo educan en absoluta libertad. Es un error, ese hecho no les priva de su derecho a prohibir. Los roles parentales se aprenden al tener un hijo; es decir, lo que en realidad hace que surja el amor es la convivencia, el trato, no la similitud genética. Habéis asumido ser padres con todas las consecuencias. Debéis ponerle normas y límites, al principio no deben ser muy rígidas. Lo que un día le prohibáis, no se lo consintáis al día siguiente, le crearéis confusión y no os tomará en serio.

¿Cómo afecta ser adoptado?

Inevitablemente el ser adoptado marca en gran medida a vuestro hijo, por mucho que le queráis. Debéis explicárselo de la mejor manera posible, con explicaciones acorde con su edad; tarde o temprano se enterará y es mejor que la información le llegue a través de vosotros, si le mentís, puede pensar que le habéis mentido en otros asuntos como por ejemplo, en vuestro amor hacia a él.

Necesita apoyo, consuelo, paciencia, comprensión y proximidad de sus padres

A medida que el niño crece, vive y siente todo lo relativo a la adopción de formas diferentes:

Entre los 3 y 5 años, se interesa por saber y averiguar por su familia biológica y las causas de su abandono. No significa un rechazo hacia vosotros, ni que no haya recibido el suficiente amor por vuestra parte; sólo necesita asimilar su pasado. No debéis ocultadle la verdad, respondedle sin mostraros esquivos, necesita respuestas y expresar sus sentimientos. Además contadle que vosotros seréis su familia para siempre, que no va a volver a ser abandonado; pero sin charlas solemnes, con naturalidad y sin dar más información de la solicitada.

A partir de los 7 años, empieza a ser consciente de que la familia es algo más que vivir bajo el mismo techo, les unen lazos de sangre. Sentirá curiosidad por el aspecto de sus padres biológicos y fantaseará sobre cómo hubiera sido su vida, se enfadará. Es natural, tan sólo necesita información y entender que él no tuvo la culpa del abandono, explicadle que fueron circunstancias externas de su familia biológica.

En su etapa adolescente querrá saber quiénes son sus padres biológicos, para construir su propia identidad; puede que tenga cierto resentimiento o que le haga sentirse diferente; no le juzgues, limítate a escucharle, nunca debe faltar la comunicación.

La adopción es un gran cambio para vuestras vidas, habrá que realizar ajustes que quizá os provoquen cierta ansiedad y dudas sobre si habéis tomado o no la decisión correcta; es lógico, siempre hay un bajón después de la euforia de los primeros días. Tendréis inmensas alegrías, a la vez que os enfrentaréis a grandes retos. Sobre todo, sed pacientes.

Para más información: Puedes encontrar el libro de Beatriz San Román, La aventura de convertirse en familia en www.postadopcion.org

Fuente: todopapas.com

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