Padres adoptivos y otros alienígenas

marciano

Los padres adoptantes seguro que nos hemos encontrado en la misma situación muchas veces… Del blog «La vida tras la adopción»

La sociedad es previsible, algunas cosas se ven normales y no te extrañas de ellas porque estás acostumbrado y otras suscitan interés. A fecha de hoy pasa con la adopción, que suscita interés en terceros que no han tenido contacto con ella. Este es el caso que vivimos los padres adoptivos cuando manifestamos a terceros nuestra alegría porque vamos a tener un hijo.

Llevo dos años casada y van a hacer siete de relación con mi marido. Como estamos casados y tenemos casa propia, la gente espera que en breve tengamos un hijo y nos preguntan: «¿Bueno y para cuándo el niño?» Entonces como les ves tan receptivos y entiendes que es una pregunta habitual, tú contestas con toda tu alegría: «¡Para dentro de cuatro años!» Y una respuesta así desencadena muchas veces otra pregunta, esta a su vez otra respuesta y así sucesivamente en un bucle interminable hasta que explicas que estás en proceso de adopción.

A partir de ahí la mirada de tu interlocutor suele cambiar, en algunos casos he observado perplejidad, en otros pena y los menos frecuentes, alegría.

El derivado de la perpejlidad es: La propiedad (¿es que no puedes tener los tuyos? ¿no prefieres uno propio?) ¡Como si mi hijo no fuera a ser mío o yo no fuera de mis padres! No lo entiendo… ¿Es más tuyo un hijo que has llevado en tu barriga? En nuestra opinión no, pero se ve que hay gente que no conoce el vínculo que se forma con los padres adoptivos, que es de igual ‘calidad’ que el existente en las familias biológicas y lo desconocido les crea incertidumbre.

La pena que a otros les causa que adoptes deriva en caridad y compasión (¿os pasa algo malo? os admiro, qué buena obra vais a hacer) y otras perlas semejantes. Esta es la parte que peor llevo porque si les hubiera dicho que estoy embarazada, no supondrían que tengo a mi hijo por hacerle un favor a la sociedad para subir el índice de natalidad o porque ese niño me da lástima, pero cuando entra el concepto de adopción mezclado con el de fecundidad todo son suspicacias y gente que no te conoce tanto, comienza a elaborar teorías psicológicas mediante las cuales, tú estás mal de la cabeza o tienes un grave desorden maternal. Yo quiero ser madre, no la madre Teresa de Calcuta y eso no parece entrarles en la sesera, así que de este perfil pasas olímpicamente porque no tienes por qué seguir argumentando hasta la saciedad una decisión personal como es tener un hijo por vía adoptiva.

Los que se alegran son pocos pero son los más allegados a ti por fortuna. Es lo mismo que si les dijeras que estás embarazada, algunos incluso te llaman «mami», otros piensan ya en lo que van a regalarle al niño y te hacen preguntas para saber si es posible conocer el sexo con anticipo o la talla de ropa y otros te ponen a tu disposición su arsenal que está siempre ‘casi nuevo’ de complementos y ropa de niños.

Estas son diferencias con respecto a la maternidad biológica, que no siempre recibes enhorabuena, no «se te nota» que estás esperando un hijo por lo que a muchos se les olvida mimarte o preguntarte por qué tal vas y ya, como caso extremo, algunos a los que ya se lo has contado, se creen que iba de broma, y cuándo vuelven a preguntarte pasados los meses por cuándo vas a tener un niño, tienes que recordarles que estás en proceso de adopción y entonces notas que la primera vez que se lo dijiste, no se lo creyeron o se lo tomaron a pitorreo.

Siendo chistosa, pienso que si llevásemos antenas verdes se nos notaría más que estamos «embarazados» y se volverían más conscientes de que también estamos esperando un hijo como los demás.

Si este artículo te parece interesante, compártelo.
Facebook Twitter Plusone Linkedin Pinterest
3 comments to “Padres adoptivos y otros alienígenas”
3 comments to “Padres adoptivos y otros alienígenas”
  1. Esas diferencias entre la p/maternidad biológica y la adoptiva la he podido apreciar también dentro del entorno del trabajo. A pesar de que siempre participé en los regalos que entre compañeros se hacen a los recién nacidos, mi hija adoptada nunca recibió un regalo similar.

    Esta discriminación siempre me dolió, hasta el punto que desde entonces jamás participo en los regalos que se hacen en las bodas, nacimientos… y otros eventos de los compañeros de trabajo.

    Y no soy el único que ha padecido esta discriminación, conozco muchos más casos de niños adoptados que nunca recibieron un regalo del entorno laboral de los padres.

    • como me identifico en todos los niveles en este Blog. Desde que das las la noticia de que quieres adoptar hasta el final.En mi caso le extrañó mucho que no quisiera someterme a tratamientos de fecundidad. Ni siquiera me hice los estudios para saber si era o no fertil. Desde que das la noticia notas esa soledad y que «todo» va a ser diferente. No solo la familia. Que aunque te apoyan. Les suena raro y te intentan convencer que lo tengas uno Tuyo. (a caso ¿ no iba a ser mio? ) Yo no tenía niguna «ecografìa, ni analíticas» que mostrar. Ni me crecía la tripa. ( ni falta que me hacía) Pero si tenía mucha mucha angustia, miedos y deseos de compartir mi «esperada y muy deseada maternidad». Miedo a que me no te den la idoneidad, a que no te acepten el expediente, a que cierren el pais, a que cualquier cosa paralice el proceso de adopción. Al silencio. Al no saber. a llamar a la Ecai y la famosa frase » No sabemos nada aún. Teneis que esperar un poquito. Todo va bien.» A que asignan a otras parejas y te preguntas ¿poque a esta pareja si y a nosotros no?. Todo eso os suena ¿verdad? Da igual el pais. Mientras que tenía que «soportar las largas conversaciones de mi hermana y mi prima sobre sus embarazos de vez en cuando se acordaban de que yo también estaba esperando un hijo. y alguna vez soltaban » ¿ahhhh como va lo vuestro?. Otras veces. Me decían «ya te lo darán…….» Si pero ¿cuandooooooooo? . Otras veces » hija que cansina» Asi, durante seis largos años. Dos veces nos caducó el Ci que tuvimos que volver a pagar. No comprendían que yo estuviera triste. Que no veía el dia que pudiera conocer a mi niño. Tardamos 6 largos años.
      Y no veais las «perlas» desde «tu lo que no quieres es parir» «adoptar es comprar un niño» » ¿y si no lo quieres lo quiere lo puedes devolver? ( si estás comprando un coche o una lavadora, no te jode ) ¿ y tienes que ir a por el? ( noooooo me lo traen por seur con un lacito rojo ) ¿ porque no te compras un perrooooooooooo? (esto una ex compañera de trabajo) ¿no quieres un niño «tuyo «? (es que va a ser «mio»).¡ Anda de Filipinas como la Presley¡¡¡ ¿ y por que no China? Mejor una «Chinita» o un «negrito». ¿puedes elegir mejor una niña son mas «monas»? ( y un niño ¿porque no?). Tendría miles de acnedotas que contar.
      en cuanto a tema labora. Yo recibí la noticia de la asignación en el trabajo. Y yo loca de alegría y un jefecillo de unidad sin pizca de sentimientos me dijo que no alzara la voz. En cuanto al regalo para que contar NADA. Yo que siempre he participado en todo NADA.A si que yo tampoco les invité a nada. Pero me dolió . Perdonar si me he alargado un poco. Pero me fastidia muchísimo que se le haga tanta diferencia a la espera de un hijo biológica y a a la adoptiva.

  2. Tenéis todos razón: por eso, la labor de darlo a conocer mediante blogs, libros y demás…está ayudando mucho a que no sea algo tan desconocido y tabú…enhorabuena, porque la ilusión y la esperanza, no nos la puede quitar nadie. Un saludo de otro con antenitas verdes: lo empezaré a usar en determinadas ocasiones; aunque no sé si la gente cogerá la ironía!
    Luismi
    http://www.nuestrahistoriadeadopcion.blogspot.com

Deja una respuesta