Novedades sobre la adopción en el Ecuador

Ecuador

Ser madre es uno de los más grandes anhelos de millones de mujeres en el mundo entero, pero no todas pueden lograrlo con los métodos naturales o asistidos; para ellas, cristalizar este deseo está en la adopción. En el país, solo en el año 2012 se concretaron 1200 procesos y actualmente más de 1.800 menores esperan ser adoptados.

Los engorrosos trámites para concretar la entrega de un niño han sido el principal obstáculo para que los menores no tengan un hogar que los proteja y les dé el cariño que anhelan.

Eso lo corrobora Sor Carlota Terreros, directora del Albergue Padre Julio Villarroel de Loja, quien, durante los 17 años que lleva a cargo del centro, ha sido testigo de cuatro adopciones.

La última se dio en enero de este año. Se trataba de una pareja estadounidense que, luego de más de cuatro años, logró adoptar a Miguel, un niño abandonado a los cinco, que en la actualidad tiene 13 años de edad.

“Pasaron muchos años porque en ese entonces Ecuador no renovó el convenio de adopciones con ese país extranjero”, dijo Terreros, quien añadió que la mayoría de niños del albergue son de difícil adopción porque tienen padres.

Simplifican trámites

El 21 de marzo de este año, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), expidió el acuerdo ministerial 000-194, un Instructivo para Regular el Procedimiento de Esclarecimiento de la Situación Socio-legal y Psicológica de los Niños y Adolescentes que se encuentran en entidades de atención de acogimiento públicas y privadas, como se llama la nueva norma, tiene por objetivo que la declaratoria de adoptabilidad de un niño y su adopción se desarrolle máximo en un año.

José Egas, subsecretario de protección especial, aseguró que tanto la fase administrativa como jurídica eran engorrosas y “bastante infames” con los niños que tienen el derecho a una familia. “En el proceso se cansan (los padres adoptivos) o no encuentran el referente del niño”, explicó.

Problemas

El trámite más largo y burocrático históricamente, según Egas, ha sido la etapa de investigación en la que se determina si existen referentes familiares del niño que va a ser adoptado, hasta el tercer grado de consanguinidad, y el fallo del juez con la resolución de adoptabilidad, que determina la situación legal de los infantes.

Por esto se realizaron las modificaciones. Ahora, para la primera etapa, para determinar si el niño o adolescente tiene familia, tanto el MIES como los juzgados tienen tres meses. En este tiempo, la Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), la Fiscalía y los técnicos de los centros de acogimiento, recabarán la información necesaria y el juez declarará la adoptabilidad, explicó el director de adopciones, Guido Quezada.

Una vez terminada esta etapa, pasan las fichas, tanto de niños como de las personas que desean adoptar al Comité de Asignación Familiar que estudia los perfiles de las dos partes y determina qué infante debería ser asignado.

Cuando se selecciona existen unos días de emparentamiento, en el que se conocen, para finalmente pasar al juzgado nuevamente, que en un plazo de 25 días dictará la adopción. Existen ciertas condiciones que podrían alargar el proceso, como que el niño sí tenga referentes familiares, pero que ya no deseen tenerlo.

A la espera

Actualmente, en el país existen alrededor de 1.800 niños que podrían ser adoptados, según las fichas del MIES, por lo que se espera tener en este año un nuevo levantamiento de información en los 60 centros de acogida temporal o permanente que funcionan a nivel nacional.

Del grupo que actualmente vive en esos lugares, la mayoría son infantes entre uno y seis años, aunque entre el 35% y 40% corresponden a las edades de uno hasta tres años, siendo ellos los más fáciles de adoptar. La diferencia, junto a niños con discapacidad, está en el grupo de difícil adopción.

Las características más comunes que buscan los interesados en adoptar un niño es que tenga entre uno y máximo tres años, que no presente ningún tipo de discapacidad, en un 65% que sea un niño y de preferencia que sea “medio blanquito”, explicó Egas.

Solo extranjeros han optado por adoptar menores discapacitados, quienes representan entre el 13% y 15% de todos los infantes que esperan tener una familia.

Etapas emocionales

Los niños que no tienen a sus padres biológicos por diversas razones experimentan “inseguridad y abandono”, además de una sensación de “soledad”, señaló la sicóloga Adriana Fornasini, quien ha trabajado con familias que han adoptado niños.

Por esto, el conocer que van a ser adoptados les genera esperanza y a los próximos padres una “gran ilusión”. Sin embargo, existen ciertas etapas que deberán ser superadas durante el desarrollo del menor y su relación con su familia adoptiva.

“Los padres tienen que asumir la responsabilidad de que su hijo es adoptado y no pretender que sea biológico”. Es ideal que tengan “un cuidado y protección extra porque presentan características de inestabilidad e inseguridad”.

Durante su crecimiento existirán momentos en los que el niño y después adolescente se cuestione cuál es su familia de origen, por lo que es fundamental que las familias desde pequeños les digan que son adoptados, como algo normal, y con mucho amor.

Algunos requisitos

Aspirantes a padres

° Ser legalmente capaces.
° Ser mayores de 25 años.
° La pareja debe ser heterosexual y estar unida, no necesariamente en matrimonio, por más de tres años.
° Tener salud física y mental adecuada.
° Disponer de los recursos económicos indispensables.
° No registrar antecedentes penales por delitos sancionados con penas de reclusión.
El Dato

Estados Unidos, Suecia, Italia, Bélgica y España son países donde son adoptados niños con discapacidad.

Relegados los discapacitados

° De los alrededor de 1.800 niños en el país para ser adoptados, entre el 13 y 15% corresponden a menores con discapacidad. Ninguno de ellos es adoptado por familias nacionales, sino por extranjeras, confirmó José Egas, subsecretario de protección especial.

Esto se debe a que no existen las condiciones, tanto culturales como económicas, para hacerlo, de acuerdo con la psicóloga Adriana Fornasini. Los ecuatorianos siguen teniendo cierto nivel de discriminación a los niños discapacitados.

En la Fundación Hogar para sus Niños tienen 45 infantes. De ellos, el 40% tienen discapacidad. La normativa que fue aprobada por el MIES no ha beneficiado a este grupo que se encuentra en el rango de difícil adopción. “No ha existido ninguna mejoría, seguimos teniendo los mismos niños (con discapacidad)”, explicó su directora, Gabriela Salazar.

Según ella, en el país existen nueve agencias que deberían estar buscando familias para los niños que necesitan. Pero “de las nueve hay cinco que trabajan” y de éstas, algunas se dedican a buscar bebés sanos, añadió.

“El Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia debería sacar a las agencias que no trabajan o que han tenido cero logros en los últimos años”, dijo. En la Fundación, hace una semana fue adoptado un niño con sordera por una familia en el exterior.

Fuente: lahora.com.ec

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