Familias que acogen temporalmente a menores que han sido retirados a sus padres por la Junta cuentan su experiencia y qué les llevó a este compromiso por el bienestar de unos niños cuya única alternativa hubiese sido vivir en un centro.
En Andalucía hay casi mil familias convertidas en acogedoras de menores que son retirados a sus progenitores y que entran en el sistema de protección de la Junta, pero alrededor de otros mil niños siguen viviendo en centros esperando su integración en una unidad familiar, el espacio que la Administración considera más idóneo para el desarrollo del menor mientras se dan las circunstancias que permitan la vuelta o no con su familia biológica. Es decir, el acogimiento no es una adopción y el fin último, siempre que sea posible, es el retorno al entorno familiar y que mientras dure esta separación de sus padres, los niños permanezcan el menor tiempo posible en un centro de protección.
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