En el blog de la asociación AFAMUNDI publican estas impresiones del libro «Adoptar a un niño con síndrome de Down»
Acabo de leer este libro y lo quería recomendar a todas las familias adoptivas. Transcribo la contraportada como buen resumen de su contenido y objetivos:
Con un lenguaje ameno, alejado de tecnicismos, Ana Castro nos narra las vicisitudes de adoptar a un niño con síndrome de Down. Las dificultades inherentes a un proceso de adopción, las complicaciones sociales y familiares de acoger a un nuevo miembro en la familia y el encuentro con unos principios con los que afrontar el futuro (…) no pretende ser ni ejemplo ni muestra de valentía. Únicamente es la historia de Ánder, un niño que, encontrando su lugar en el mundo, mejora todo aquello con lo que se relaciona.
¿Por qué adoptar un niño con SD? se titula el primer capítulo del libro y enseguida encontramos la respuesta de la autora, la madre adoptiva de Ánder ¿y por qué no?…¿los niños con SD no son niños?…¿los niños que no tienen familia por tener SD pierden el derecho a ser adoptados o a ser niños, o a ser adultos de provecho? Y es así, desde la perspectiva del derecho de los niños a tener padres cómo se justifican o se explican nuestras adopciones también. Nosotros vivimos buscando la felicidad y en nuestra búsqueda tenía cabida Ánder.
El libro toca muchos temas con el que toda familia adoptiva conoce: las incertidumbres del proceso, el papeleo y la burocracia absurda, los comentarios mal intencionados o ignorantes e insensibles de los amigos, la familia extensa o los desconocidos (la «gente»), los problemas de salud y de falta de estimulación, el miedo al abandono que genera la historia previa (y que tantas cosas explica), el peregrinar por médicos de distintas especialidades, la lucha con la escuela, la discriminación… pero además, aclara y desmiente muchos de los tópicos tan extendidos sobre el síndrome de Down. Dedica una parte importante a explicar «El proyecto Roma», una óptica distinta sobre la educación de estos niños que aspira a permitirles llegar tan alto como cualquier otro. Y pone ejemplos concretos de «tareas» que podemos aplicar directamente con nuestros hijos (adoptivos o no) para favorecer el aprendizaje y la adquisición de hábitos.
Me ha gustado muchísimo.
Si este artículo te parece interesante, compártelo.
