Aunque Tobar no representa a ninguna institución que vela por la niñez, es padre de Jeffrey y Osmín Tobar Ramírez, quienes ahora tienen 17 y 23 años, pero fueron dados en adopción en forma anómala en 1997.
Osmín, quien ahora se llama Rico, tenía 6 años, y Jeffrey, quien mantiene su nombre, tenía un poco menos de 1 año cuando los separaron de su madre porque existía una denuncia de maltrato, la cual no fue comprobada con las evaluaciones piscológicas que se hicieron, por lo que los niños fueron declarados en abandono y adoptados por padres estadounidenses.
Esa fue la primera adopción anómala denunciada en forma pública y luego llevada a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), después de que el Estado incumpliera con la firma de un acuerdo amistoso. …
Publicado el 21/08/2012 en Prensa Libre
