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Elche

«La perjudicada y engañada he sido yo y mi hijo». Como una víctima se presentó ayer la mujer acusada de vender a su bebé hace dos años a un matrimonio, a cambio, supuestamente, de una cantidad de dinero abonada a plazos después de dar a luz. En el acuerdo intervino un abogado que presuntamente asesoró a los padres adoptivos.

Isa, que salió ayer de su vivienda en la calle Juan Caracena Miralles, ubicada en el barrio de Porfirio Pascual de Elche, fue interceptada por un equipo del programa Espejo Público de Antena3. Nerviosa, negó que quisiera vender a su hijo y alegó que solo pretendía darle una vida mejor. Explicó que conocía al matrimonio a través de un tercero, pero que en ningún momento percibió una cantidad económica. «Nada», señaló. Y acusó a la pareja de hacer las gestiones sin su consentimiento, al tiempo que dijo desconocer el papel que tenía el abogado: «Yo ahí no pinto nada, ni pincho ni corto».

La mujer, de 32 años, y que está acusada de un delito de alteración de la paternidad, reconoció que durante su embarazo habló con este matrimonio porque pensaba que ellos podían cuidar mejor de su pequeño y, además, negó que el marido fuera el padre biológico, fruto de una relación extraconyugal, treta presuntamente utilizada para inscribir al pequeño como hijo propio. «No es de él».

Isa tiene otros cinco hijos, pero le han quitado la custodia de todos ellos. «La culpa la tiene mi vieja», aseguró. Sobre su presunta dependencia del alcohol y las drogas, apuntó que «solo tomo alcohol», y anunció su intención de recuperar a su hijo. «A eso voy, a hablar con mi abogada para recuperarlo y demostrar que yo no tomo nada de drogas, solo alcohol y hay bastante diferencia». Además de la madre biológica, fueron arrestados la pareja y el abogado acusado de hacer de intermediario. A los cuatro les han dejado en libertad con cargos. La venta se cerró en el año 2011 y la Conselleria de Bienestar Social ha sumido la tutela del pequeño, que en agosto cumplirá dos años, a la espera de que se esclarezca el caso en los juzgados.

La calle Juan Caracena parecía estar ayer desierta a primera hora de la tarde. Solo algunos vecinos aparecieron en el bar de la esquina y las conversaciones eran monotemáticas. Únicamente se hablaba de la mujer que había vendido a su hijo. Quienes salieron del portal número 1, en el que reside la madre del bebé, lo hicieron rápido evitando que nadie les hiciese preguntas sobre la joven. Y los que la conocían de vista aseguraron que jamás habían hablado con ella y que nunca se relacionaba con los vecinos.

La joven, según las citadas fuentes, tenía contacto con su madre, su abuela y sus hermanos. Este era su único círculo familiar. Sin embargo, los hermanos, a juicio de los vecinos, tienen serios problemas con las drogas «El hermano fumaba porros con solo nueve años», dicen. Los que viven cerca de ella comentaron que su padre abandonó a la familia siendo los hijos muy pequeños y que la abuela (con la que está residiendo actualmente) ha sacrificado todo su dinero por sus nietos.

Según recordaban ayer, la joven comentó a quienes le preguntaron por el bebé tras dar a luz que su madre estaba cuidándolo en el campo a pesar de que ahora ha reconocido los hechos. Los problemas de adicción también salieron a relucir. Y es que, tal y como apostillaron los vecinos, Isa presuntamente se pasa el día en la calle bebiendo cerveza y únicamente va a casa a la hora de comer y cenar. Cuando termina baja otra vez a tomar alcohol, relatan. «Su vida es beber», añadió una de las vecinas. Cuando en el bar hablaron de lo ocurrido con el bebé coincidieron en que por su forma de vida lo mejor era que sus hijos no estuviesen con ella.

Fuente: laverdad.es

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