El Rey de España atiende a los españoles con adopciones paralizadas en Marruecos

Mapa Marruecos

Varias familias españolas afectadas por la paralización de las adopciones de niños marroquíes consiguieron hoy trasladar sus problemas al Rey Juan Carlos I durante la recepción que ofreció en la embajada española en Rabat, y el monarca les dijo que se trata de un problema judicial de complicada resolución.

La conversación tuvo lugar en el jardín de la legación diplomática, con algunos padres al borde de las lágrimas, ya que su situación es muy enrevesada porque llevan muchos meses con los niños adoptados mediante «kafala» -adopción islámica sin derecho a filiación- sin conseguir sacarlos de Marruecos.

La Casa Real «seguirá apoyando» a las familias adoptantes, dijo el jefe del Estado, pero recalcó que se trata de un «problema judicial y no podemos meternos», aunque él mismo ha expuesto la situación al propio rey Mohamed VI en la reunión que ayer mantuvo con él en el Palacio Real.

También les señaló que el «papeleo» y las gestiones al respecto llevan mucho tiempo, a lo que una madre con un niño en brazos le replicó, entre sollozos, que en su caso ya habían pasado dos años, a lo que el monarca replicó: «Y lo que llevará».

Los padres, con niños de entre uno y cinco años, sentados en sus sillitas, habían organizado una pequeña manifestación ante la puerta de la Embajada donde se iba a celebrar la recepción, con una pancarta que decía «Necesitamos volver a casa».

Ante el revuelo que este grupo había creado, fueron invitados a acceder a la recepción dentro de la embajada, donde abordaron al monarca justo después de que éste pronunciase su discurso.

En total, hay 62 familias españolas con niños asignados en kafala en cuatro ciudades de Marruecos; aunque su situación es distinta según las ciudades, todas ellas tienen sus procesos paralizados por distintas razones.

En Rabat, 26 familias han conseguido sacar a sus niños del orfanato y esperan ahora el permiso de salida necesario para conseguir un pasaporte; en Casablanca, todo está paralizado; y en Agadir las resoluciones judiciales han sido negativas «por desconocimiento del islam» de los padres solicitantes.

Los padres agradecieron al rey sus gestiones, pero más tarde, tras hablar con él, algunos mostraron su decepción porque confiaban en que su mediación podía haber supuesto una solución «in extremis»: «Llevamos dos años y nos hemos quedado sin aire», dijo uno de los padres tras hablar con el rey.

Fuente: La Información

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