Realmente es una prueba demasiado grande pedirle a un niño de 6 años que de pronto tome la responsabilidad de su propia vida. Las preguntas que le hacen a Vanya son realmente difíciles: ¿quiere vivir una vida cómoda como hijo adoptado de una cariñosa familia italiana? Después de todo, para un niño ruso abandonado como es Vanya, no parece una opción muy mala. Una vida tranquila bajo el sol mediterráneo es lo que le espera. Pero el niño sufre queriendo encontrar a su propia madre y por ello decide ir a buscarla. No obstante, antes de poder empezar tiene que leer el expediente que contiene la información que necesita para encontrarla. Inicia su búsqueda… y se encuentra un mundo misterioso y peligroso. El mundo de los niños es un universo con sus propias leyes, un reino en el cual a veces el corazón habla más alto que la propia cabeza.
