Mi adopción – Al menos lo que yo sé

Muy interesante entrada sobre una experiencia en primera persona sobre el hecho de ser adoptado. Del blog de Keith: Almightydad

 

Este tema es un poco difícil para mí, pero no porque no sepa que escribir, sino porque es delicado y puede que moleste a algunas de las personas afectadas.  De hecho, ya paso, así que una vez dicho eso, uno tiene que hacer lo que es debido.

Yo siempre supe que había sido adoptado; mis padres nunca me lo ocultaron.  Y me alegro que no lo hayan hecho.  Yo creo que si ellos no me lo hubieran dicho, yo lo hubiera averiguado tarde o temprano.  No es un secreto que pueda ser guardado fácilmente; algún primo o tío hubiera soltado la lengua.  Mis padres bien lo supieron, y por eso han de haber decidido que por nuestro bienestar emocional y mental, era mejor que lo supiéramos desde un principio.  Me gustaría poder comparar y saber del número de adopciones que ocurrieron en los últimos años, cuántos de ellos saben que son adoptados y cuántos no lo saben.

La Necesidad de Adoptar

Un triste caso de la vida real es el que existen personas que no pueden tener hijos, y lo es también el que haya personas que tienen hijos pero que no pueden mantenerlos, por cualquiera que sea la razón.  También es un hecho el que la mayoría de los niños que han sido puestos en adopción (al menos en los Estados Unidos), son niños en edad escolar que vienen de familias muy pobres, minorías, u hogares deshechos.  Yo era un bebé cuando fuí adoptado junto con mi hermana gemela.  La única similitud entre nuestro caso y la mayoría de los casos comúnes fue el que nuestra madre biológica era pobre.  Ella era muy pobre y no pudo mantenernos.  Eso fue todo.  No fue un caso de drogas, o violencia, o nada de eso.  Ninguna agencia de gobierno tuvo que entrar a nuestra casa y arrancarnos de las manos de nuestra madre.  No, nosotros éramos unos bebes pequeños que necesitaban de una familia amorosa con sustento económico.  Así que fuimos de una familia amorosa con recursos limitados a una familia amorosa con los suficientes recursos para mantenernos.  La mayoría de las adopciones no son tan fáciles como en nuestro caso.  La mayoría de los niños que requieren ser adoptados requieren familias con características especiales que puedan atender a los innumerables problemas que éstos niños sufren.  Checa el Centro Nacional de Adopciones (National Adoptions Center) aquí puedes leer más acerca de esos casos difíciles.  Yo no sé porque la gente insiste en adoptar niños africanos cuando hay bastantes niños necesitando un hogar aquí mismo en los Estados Unidos.

Mi Problema

Nunca fue algo que mis padres me hubieran hecho.   Ellos fueron buenos padres.  En retrospectiva, yo tuve una infancia muy buena.  Tuve muchos amigos y jugué mucho.  Tuve muchos juguetes y hasta mi propio cuarto.  Y también tuve muchas vacaciones muy divertidas y muchos viajes.  Pero yo siempre supe que era diferente.  Mi adopción siempre fue algo que me fastidiaba.  Mis opiniones y acciones siempre fueron muy diferentes a las de mi familia.  Yo era lo que la gente llama “la oveja negra de la familia.”  Siempre lo supe, yo no me importaba.  No puedo cambiar quien soy, ni tampoco quise hacerlo.   Pero siempre sospeché que era genético.   Siempre sospeche que mi manera de ser sedebía a mi familia biológica.  Y no solo eran ideas infundadas.  Existen estudios que apuntan a las razones genéticas para explicar algunos funcionamientos de nuestro cerebro.  Así fue que, de niño, tome una decisión.  Cuando creciera iba a averiguar quiénes eran mis padres originales.  No era que estuviera en contra de mi familia o mis padres adoptivos.  Era simplemente que tenía que saber.  La curiosidad me quemaba.  Puede que esté sonando muy egocentrista, pero siempre quise saber lo que mis genes tenían que decir.  Quería saber de dónde venía y las razones por las que yo era como era.  Mi hermana, Tammy, nunca tuvo las mismas inquietudes que yo tuve.   Ella era perfectamente feliz con la adopción y con su vida.  Eso siempre fue una rareza para mí.  Si somos gemelos, cómo es que únicamente yo no encajaba con nuestra vida.  Tal vez eran simplemente las escusas que yo mismo creaba.  De cualquier manera, tenía que saber.

La Búsqueda

Nunca me han dicho con éxito que No.  Siempre he sido una persona muy determinada y no dejo que las reglas me dicten el paso o se pongan en mi camino.  Creo que esta actitud volvió a mis padres locos cuando yo era niño.  Simplemente nunca obedecí instrucciones.  Al final, esta manera de ser me sirvió para poder encontrar a mis padres biológicos.  Cuando me puse en contacto por primera vez con la Sociedad del Hogar para Niños de California (Children’s Home Society of California), una dama muy amablemente me dijo que en el Estado de California las adopciones eran selladas, y que yo no tenía la mas remota oportunidad de poder encontrar a mis padres sin la forma de consentimiento conjunto en mis récords.  ¿Formas?  Ha!  Yo odio las formas.  Así que le dí las gracias por nada, y empecé a divisar otro plan.  Mi acta de nacimiento fué cambiada en 1975, pero la original estaba todavía en alguna parte.  Lo único que tenía que hacer era encontrar mi acta de nacimiento original y ella me daría toda la información que quería.  En los viejos tiempos yo hubiera tenido que sobornar a alguien en el juzgado (en el gobierno tu puedes conseguir lo que quieras con un soborno).  En la actualidad, todo lo que uno necesita es saber un poco de SQL y una base de datos en donde buscar la información.  Resulta que recientemente el condado de Los Ángeles digitalizó todos sus récords de nacimientos.  Lo único que yo tenía que hacer era buscar en los récords y minimizar los posibles resultados a “nacimientos en el condado de Los Ángeles en Junio 14 de 1974.”  Con esto minimicé mis opciones aún más con otro dato.  “Todos los nacimientos en el condado de Los Ángeles del 14 de Junio de 19574 entre la 1 y las 3 de la tarde.”  Y así continué con la información que mi acta de nacimiento alterada en 1975 decía hasta que descubrí mi acta de nacimiento original.  El proceso fue, en realidad, solamente un poco más complicado de lo que parece, pero lo suficientemente simple que cualquiera puede hacerlo.

Tocando Puertas

Con toda mi bravata y confianza al conducir la búsqueda me encontré completamente sin preparación para la reunión.  Cuando por fin descubrí quien era mi madre bilógica (ella no mencionó un padre en el acta), me senté ahí, mirando la pantalla de mi computadora por más de media hora, sin saber qué hacer.  Finalmente, puse mis pensamientos en órden y llamé a mi mejor amigo con la noticia. Él por casualidad se encontraba en Los Ángeles y acordó en ir, junto con otro amigo de la prepa, a tocar la puerta de las direcciones que yo había encontrado (hice lo que la gente que roba identidades hace para encontrar esta información, pero no voy a mencionar que fué específicamente).  No fué sino hasta el siguiente día que recibí una llamada telefónica de Dennis (el amigo que había aceptado ir a tocar de puerta en puerta).  El había llegado a la puerta de mi hermana.  Si, tengo otra hermana!  Yo siempre había sabido que tenía otra hermana, pero no había tenido manera de localizarla así que siempre creí que era una causa perdida. Qué beneficio! Y no solo una hermana, también tengo otra abuela (ella fue la que abrió la puerta). Mi primera indicación de que mi madre biológica y yo funcionábamos de manera similar fué cuando descubrí que ella era ilocalizable. Ella no tienen ningún record público que la ubique con una dirección. Esta fué toda una proeza, considerando que yo la estaba buscando (porque yo puedo encontrar cualquier cosa que me proponga). Afortunadamente, my hermana y mi abuela son personas normales, quienes no se han salido de la red. Ha!

La Reunión

No puedo recordar la fecha exacta en la que yo hablé con ella por primera vez, pero recuerdo muy bien la conversación.  Fué dispersa y rigida.  Ninguno de nosotros sabía que tan lejos podíamos empujar la conversación.  No sabíamos si había temas que eran sin límite, así que pasamos horas brincando de tema en tema.  Principalmente hablamos de cosas concretas como cuál era el nombre de mi padre (Warren Schultz).  Las cosas cambiaron drásticamente cuando compré un boleto de avión y fuí a Los Ángeles a conocerles en persona.  Fué entonces que las cosas se pusieron realmente interesantes.  Reconocí a mi madre inmediatamente cuando la vi por primera vez en el aeropuerto.  Era como ver una versión femenina más chiquita y con más edad de mí mismo.  Mi hermana también vino al aeropuerto.  Esa noche fuimos todos a cenar a un restaurant.  Recuerdo que devoré toda mi comida y la mitad de la comida de mi mama.  Los tres platicamos acerca de muchísimas cosas.  Ellos estaban felices de verme (y yo estaba preocupado por lo mismo), yo estaba feliz de ver ésta reunión familiar después de 30 años; era perfecta!

Desde Entonces

Todo lo que sabía acerca de mí mismo durante mi infancia fue confirmado al conocer a mi madre biológica y al saber de dónde vengo.  La oportunidad de haber salido igual a mi padre también existía.  Peo de haber sido así yo me hubiera quedado con muchas dudas puesto que él falleció a principio de los 80’s.  Pero resultó que mi personalidad y forma de ser vienen directamente de mi madre.   Los dos compartimos la misma desconfianza contra el gobierno; los dos somos Libertarios.  Completamos las oraciones del otro y hasta compartimos el mismo estilo cuando escribimos.  También tenemos la misma sonrisa y hasta algunas de las mismas expresiones de la cara.  Nuestra relación desde que nos reunimos ha sido, en su mayoría, buena.  Tuvimos una pelea tremenda en una ocasión por un asunto tan estúpido que ya ni lo recuerdo.  Me imaginé que cosas por el estilo pasarían.  Hay que admitir que aún cuando somos  muy parecidos, no somos la misma persona.  Ambos hemos tenido diferentes experiencias en nuestras vidas que nos han hecho únicos.  Yo crecí en las afueras del condado de Los Ángeles, y en Amherst, New Hampshire. Yo tengo un montón de experiencias que he vivido que mi madre biológica nunca vió.  Sus experiencia han sido completamente diferentes a las mías.  Hay cosas que nunca vamos a entender el uno del otro.  Pero, no importa.  Nuestra reunión fue hace dos años.  Nos vemos con frecuencia, considerando que vimos en diferentes estados.  Estoy convencido de que nuestra relación se ha transformado de mera curiosidad por mi parte a una vida llena de amor y aprecio el uno por el otro.

Completo

Yo quiero mucho a mi familia, a las dos familias.  No las cambiaría, ni a mis experiencias, por nada.  Mi madre biológica hizo lo que ella tenía que hacer cuando éramos bebes.  Ella no pudo cuidarnos; yo lo entiendo.  Mis padres no  han de haber sido muy felices con mis actitudes y mi insaciable deseo de encontrar a mi madre biológica, pero ellos nunca se opusieron ni me desanimaron.  Creo que ellos siempre supieron que si yo quería averiguar algo, no había nada que me detuviera hasta lograrlo.  Reconozco la fuerza de voluntad que tuvo mi madre adoptiva para no ponerse en mi camino y decir “Hey, yo soy tu madre y tú no tienes por qué ir buscando otra.”  No soy tonto, yo hubiera querido hacer lo mismo si estuviera en su lugar.  Pero ahora que todo ha sido hecho y dicho, no mucho ha cambiado.  Yo todavía pienso en mis padres de la misma manera en que siempre lo he hecho; no he cambiado unos padres por otrosMi vida está completa.  Ahora tengo lo que siempre había querido.  Tengo a mi madre biológica a quien sin pena puedo llamar “mamá.” Y también tengo a mi mamá y a mi papá, quienes siempre van a ser mis padres.  No soy una persona religiosa, pero podría decir que tengo una gran bendición al tener dos familias.  Una familia que me amó lo suficiente como para darme a alguien más para que pudiera tener una vida mejor, y una familia que nos quiso lo suficiente como para aceptar a dos bebes como si fuéramos suyos.  En estos días, la vida es buena

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