A los futuros padres adoptivos, el proceso de adopción les podrá parecer invasivo y extremadamente abrumador. Cada Estado tiene sus propias leyes que rigen la adopción. Las adopciones internacionales se encuentran sujetas a reglamentos adicionales. Estas leyes están mayormente diseñadas para proteger los intereses del niño y de los futuros padres biológicos antes de que decidan colocar a su hijo en adopción. Por lo tanto, es normal que los futuros padres adoptivos se sientan vulnerables e impotentes con respecto al proceso de adopción.
Durante el proceso, los futuros padres adoptivos se encontrarán tomando decisiones cruciales, lo cual puede ser tanto emocionante como estresante al mismo tiempo. Se tienen que tomar decisiones sobre el tipo de adopción a proseguir; sobre si se trabajará o no con un proveedor de servicios de adopción, y de ser así, cuál; sobre cómo responder las preguntas del estudio de hogar; y, finalmente, sobre cómo responder a una posible colocación de un niño o varios niños en particular. Los futuros padres adoptivos también podrán experimentar largos tiempos de espera y tienen que enfrentar resultados inciertos. No es inusual que se sientan ansiosos sobre el proceso y que encuentren dificultad para continuar con su rutina cotidiana cuando hay tanto en juego.
Una buena agencia y trabajador social pueden ayudar a los futuros padres adoptivos a gestionar el proceso de adopción y dar orientación para las decisiones y el aprendizaje durante el transcurso del proceso de adopción. Algunas agencias podrán conectar a los futuros padres adoptivos con grupos de apoyo para aquellos en espera de adopción o con consejeros que pueden ayudarles con el
periodo de espera que es a menudo largo.
Algunas veces, una adopción planeada no procede, y los futuros padres adoptivos quedan devastados. Aunque los futuros padres adoptivos pueden haber sabido intelectualmente que los futuros padresbiológicos podrían cambiar de parecer sobre la adopción, o que los abuelos de su hijo de cuidado temporal podrían intentar obtener custodia, o que un niño en cuidado temporal podría ser reunido con su familia biológica, o que un país podría cancelar sus adopciones internacionales, la realidad puede ser muy difícil de aceptar.
Si los padres ya han conocido al niño y han formado lazos de cariño con él, o han servido como padres de cuidado temporal del niño, es posible que sea particularmente difícil. Esta es una pérdida para los futuros padres adoptivos, y el dolor es una reacción comprensible. Ellos podrán necesitar tiempo para sobreponerse a su dolor antes de estar listos para volver a proceder.
Fuente: Childwelfare.gov
