La historia comienza en el año 1952 en una aldea rural afgana donde la familia de Sabur es sacudida de forma implacable por la pobreza. Ante la llegada de otro duro invierno ha decidido dar en adopción a Pari, una pequeña de tres años a quién separará de su hermano mayor Abdulá de diez años. Los hermanos siempre han estado muy unidos ya que a la muerte de su madre al dar a luz fue Abdulá quien se ocupó de todos los cuidados de su hermana pequeña estableciéndose entre ellos un vinculo muy fuerte.
En su última noche juntos ambos escuchan una triste historia que les cuenta su padre antes de irse a dormir sin saber que a la mañana siguiente Pari emprenderá un viaje Kabul y sus destinos tomarán caminos distintos. A partir de ese momentos tendrán que aprender a vivir el uno sin el otro. Abdulá seguirá en la aldea junto a un padre que se castiga por haberse desprendido de su hija mientras Pari comenzará una nueva vida en París con una mujer emocionalmente inestable.
Este es el punto de partida sobre el cual Hosseini dibuja un mapa de las diferentes personas y relaciones que forman parte de un modo u otro de varias generaciones de una familia desmembrada. Todas estas personas que los rodean están unidos mediante lazos invisibles.
Pari alejada de sus raíces y su familia biológica ha escapado de la necesidad y la pobreza pero no ha encontrado un vinculo afectivo cercano en el que apoyarse mientras a Abdulá siempre le ha faltado su alma gemela. Ambos crecen con la certeza de que algo les falta. Se trata de una novela coral en que un amplio abanico de personajes nos presenta sus vidas. Todos ellos rodean a los hermanos protagonistas, Pari y Abdulá. Como Sabur, trabajador incansable y contador de historias, Parwana es la mujer de las segundas opciones como es la segunda esposa de Sabur. Nila una poetisa excéntrica y de carácter complejo o Nabi, para quien el amor y la lealtad son las cosas más importantes en la vida. Aunque yo he resaltado los personajes que más me han llamado la atención hay una galería enorme que va dibujándose y conformando la historia.
Sin duda es una novela cuyo fundamento radica única y exclusivamente en sus personajes los cuales están trazados de manera muy realista, con gran cantidad de matices y sobre todo de forma muy humana, con sus virtudes y defectos, sus sueños, sus esperanzas y sus desazones. Los sentimos cercanos, comprendemos su forma de actuar y sus motivaciones a la perfección porque Hosseini profundiza de forma increíble en su naturaleza. Además su idiosincrasia es tan variada, sus situaciones personales tan distintas que proporciona al escritor la oportunidad de explorar multitud de sentimientos universales y afines a todo ser humano.
(…) El tema que está presente en toda la novela es la familia, recurrente en sus obras, y los diversos lazos que las unen resaltando en esta ocasión los lazos fraternales entre hermanos. El amor, el dolor, el sacrificio, los errores, la esperanzana, la lealtad, la compasión son comunes en los diversos personajes aunque distinta su manera de afrontar los mismos acontecimientos. También presta atención especial a como nuestras acciones influyen en las siguientes generaciones marcando sus destinos.
Como telón de fondo, aunque no ocupa una parte primordial como en sus otras novelas está la situación socio-económica afgana. Un país azotado por constantes guerras y conflictos, la instauración del régimen talibán, la invasión soviética, la incursión estadounidense que no le permiten evolucionar-
La capacidad de emocionar al lector que tiene el escritor afgano Khaled Hosseini ya quedó patente en sus anteriores obras Cometas en el cielo y Mil soles espléndidos. A pesar de su corta trayectoria en el mundo literario ya ha conseguido hacerse con un puesto de honor y sus libros han vendido millones de copias en más de cincuenta países. Con su última publicación, Y las montañas hablaron, vuelve a regalarnos una historia sensitiva y llena de delicadeza.
Fuente: Blog literario: Adivina quién lee. http://adivinaquienlee.blogspot.com.es
