Aunque hace más de 25 años que tuvo lugar el accidente nuclear de Chernóbil, todavía son muchos los que sufren sus consecuencias. Por eso, para ayudar a los afectados y procurarles unas mejores condiciones de vida surgió en Manzanares la asociación de niños Promundi Manzallanos, encargada de promover cada verano la acogida de niños bielorrusos por parte de familias españolas.
Maria Dolores Acevedo cuenta en esta entrevista su experiencia:
«La asociación nació en el año 1996 a raíz de la catástrofe de la central nuclear de Chernóbil. Decidimos hacer algo por la gente afectada y empezamos a traer niños bielorrusos. En un principio trabajamos con la Comunidad de Madrid, con Andalucía y Castilla-La Mancha y hemos llegado a traer hasta 90 niños.
El objetivo de la Asociación Promundi Manzallanos es ayudar a los niños bielorrusos en cuanto a nutrición, saneamiento y, sobre todo,
cariño, ya que en su país no reciben precisamente mucho cariño. No todos, pero en su mayoría sí. Muchos son de familias desestructuradas, no tienen mucho dinero, tienen problemas familiares; muchas veces los hijos de padres divorciados pasan al cuidado de sus abuelas o, incluso, a orfanatos o casas tuteladas…»
