Mientras en 2011 se denunciaron 18 casos contra el incumplimiento de las necesidades básicas de los hijos menores tras un divorcio, existe la contraparte.
El deseo de dar vida y se presenta la imposibilidad física o psicológica.
La única alternativa es la adopción.
En Gómez Palacio no existe casa cuna, pero los interesados deberán realizar el trámite en la capital duranguense; existe la posibilidad de las adopciones consentidas que son aquellas en las que la madre entrega al menor bajo todos los procedimientos legales.
La Procuraduría de la Defensa del Menor la Mujer y la Familia en este municipio a cargo de Beatriz Portillo, comenta que mensualmente acuden 15 parejas para solicitar informes y de ellos cuatro concluyen.
Los aspirantes deberán cumplir requisitos de salud, entre ellos descartar VIH, la situación económica, estabilidad emocional y carta de no antecedentes penales.
El proceso asegura, no es mayor a tres meses si el juez determina que se trata de buenos prospectos de padres adoptivos…
Publicado el 17/01/2012 en Milenio
