El 98 por ciento de los niños superdotados están sin diagnosticar

Se estima que un dos por ciento de la población es superdotada. Entre los cuatro y los siete años suele ser cuando los pediatras pueden realizar un diagnóstico fiable. En un 70 por ciento de los casos estos niños presentan un bajo rendimiento escolar debido a la falta de motivación.

La Sociedad de Pediatría de Atención Primaria de Extremadura (SPAPEX) ha celebrado el IX Foro de Pediatría de Atención Primaria (AP) de Extremadura. En esta ocasión, el evento que ha tenido lugar en Plasencia, ha reunido a numerosos pediatras de AP para compartir sus experiencias y debatir sobre aspectos de endocrinología, dermatología y sobre cómo diagnosticar y tratar a niños superdotados, entre otros aspectos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como persona superdotada a aquella que cuenta con un coeficiente intelectual superior a 130. Según los datos de un informe elaborado por el Centro de Investigación y Documentación Educativa del Ministerio de Educación y Cultura, en España hay alrededor de 300.000 alumnos superdotados, denominación que en la Ley Orgánica de la Educación de 2006 fue sustituida por la de alumnos de Altas Capacidades.

Niños superdotados: entre el 35% y el 50% sufren fracaso escolar

Se estima que un 2% de la población es superdotada, pero hay más de un 98% de casos sin diagnosticar. Según la doctora María Isabel Peguero, pediatra especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, de Almendralejo (Badajoz), “habitualmente, son los padres los que detectan la superioridad mental del niño. Sin embargo, el diagnóstico suele tardar porque antes de los tres años puede confundirse con simples precocidades. Suele ser entre los cuatro y los siete años cuando los pediatras podemos realizar un diagnóstico fiable”.

Algunas de las características que pueden presentar los niños superdotados pueden ser: intensidad y sensibilidad emocional, autoconciencia, autocrítica, empatía, pasión, autoexigencia y perfeccionismo. Sin embargo, a menudo pueden ser emocionalmente inestables, en unas ocasiones introvertidos o, por el contrario, tener gran capacidad de liderazgo.

Para los pediatras de AP es fundamental conocer de forma evolutiva y continua al niño. “No sólo tenemos que basarnos en pruebas psicométricas, también tenemos que valorar su cognición y los factores emocionales que conforman la personalidad del niño”, explica la doctora Peguero.

Existe la falsa creencia de que los niños con un coeficiente intelectual superior a lo normal no presentan problemas de aprendizaje, sin embargo, pueden presentar trastornos de aprendizaje como otros niños. De hecho, en un 70% de los casos hay un bajo rendimiento escolar y entre el 35% y el 50% sufren fracaso escolar. “Aún cuando existe la evidencia de un potencial para un elevado rendimiento la actuación escolar puede estar por debajo del nivel esperado”, reflexiona la experta.

La falta de motivación suele ser uno de las causas que propician bajo rendimiento escolar. Aunque los niños de Altas Capacidades aprenden fácilmente, si el plan de enseñanza no es el adecuado, pueden fracasar y asumir su bajo rendimiento. Asimismo, también suelen aparecer problemas de sociabilidad, “sobre todo, ante la falta de modelos sociales con los que el niño pueda identificarse”, matiza la doctora Peguero.

Los pediatras de AP hacen hincapié en la importancia de tomar las medidas educativas necesarias y de informar a los padres de cómo colaborar. “Los niños mejoran rápidamente si se siguen las pautas adecuadas”, concluye la especialista.

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