¿Qué hago cuando mi hijo se pone agresivo?

Ser padres adoptivos por primera vez generalmente supone una vivencia totalmente nueva y muchas veces nos sentimos perdidos o no entendemos ciertas reacciones de nuestros hijos. Esto ocurre muy a menudo cuando observamos conductas de agresividad o retraimiento en nuestros hijos ante situaciones que en circunstancias “normales” no se dan.

¿Tu hijo/a reacciona de manera agresiva cuando percibe algún cambio en su entorno o cuando por alguna razón le tienes que regañar?¿tiene momentos de introversión aparentemente injustificada? En el caso de niños adoptados a veces se repiten este tipo de comportamientos. Son niños que por lo normal son tranquilos, pero que de manera puntual, ante situaciones que consideran injustas o amenazadoras reaccionan con actitudes agresivas que no entendemos o no esperamos. Otras veces simplemente desconectan del entorno y se muestran retraídos.

Son casos de crisis provocadas por situaciones en las que sienten su seguridad amenazada o que les recuerda vivencias pasadas anteriores a su vida con su nueva familia. Estas “crisis” se dan como reacción a regañinas por parte de sus padres, cuando sufren algún cambio como una mudanza o un cambio de colegio o simplemente cambios bruscos en el entorno como espacios masificados o ajetreados en exceso que alteran su tranquilidad y sensación de seguridad.

Existen estudios que asocian este tipo de comportamientos a una reacción causada por lo que se conoce como síndrome de estrés post-traumático, fruto de experiencias pasadas muy negativas y que causan pánico en las personas que las han vivido. Para un niño adoptado, su pasado en instituciones, la sensación de abandono por parte de sus familias biológicas o el cambio brusco de cultura, costumbres e idioma puede dejar tal huella que provoque estas situaciones de pánico ante pequeños cambios en su rutina.

Hay que entender estas reacciones como métodos de autodefensa ante situaciones que les desbordan, muchas veces sin lógica aparente por el miedo que les causan sus recuerdos de vivencias pasadas. Como todo método de autodefensa, son actitudes que no se controlan de manera voluntaria, por lo que no debéis reaccionar ante ellas con reproches o castigos, ya que esto sólo causaría más ansiedad y más descontrol en el niño.

Ante este tipo de situaciones lo mejor que podéis hacer es manteneros calmados, de esta forma le estaréis transmitiendo a vuestro hijo la seguridad que en ese momento le hace falta. No le castiguéis ni le reprochéis su actitud. Aunque resulte duro al principio lo mejor es tener paciencia e intentar tranquilizar al pequeño haciéndole sentir que está seguro y que estáis a su lado, de forma que no se sienta solo. A medida que vea que ante estas fases de crisis vosotros mantenéis la calma irá “normalizando” las situaciones que le causan estas reacciones de miedo y cada vez se darán con menor frecuencia.

Como ya te hemos comentado en alguna ocasión, convertirse en familia adoptiva no termina cuando el pequeño llega a casa, sino que es un aprendizaje continuo y superar estas situaciones son parte de este aprendizaje tanto para padres como para hijos. De todas formas, nunca está de más contar con asesoramiento especializado, ya sea un pedagogo o un psicólogo especializados en estos temas, para que os ayuden a superar estos retos que se os irán planteando como familia adoptiva.

Fuente: elembarazo.net

Si este artículo te parece interesante, compártelo.
Facebook Twitter Plusone Linkedin Pinterest