Colonias y campamentos: cómo, dónde y por qué

 

Para los niños las vacaciones son sinónimo de ocio, actividad física y descanso, aunque para muchos también de aburrimiento. Asimismo, muchos padres siguen ocupados con sus puestos de trabajo. ¿Son las colonias y campamentos una buena opción?

Lo primero que debes tener en cuenta es que las colonias de verano no deben ser una imposición para tu hijo. En cualquier caso, es recomendable que elijáis de forma conjunta cuál es la mejor opción para las actividades de verano. Si finalmente os decantáis por unas colonias o unos campamentos, mejor que sea una propuesta acorde con sus preferencias. Esto no es demasiado difícil, ya que la oferta existente es muy amplia y variada: deportes, idiomas, danza, actividades creativas, naturaleza o simplemente aventuras.

Se considera que cualquier edad, a partir de los cuatro años, es buena para que los niños vayan a este tipo de encuentros. No obstante, está probado que los adolescentes son quienes sacarán más partido. Desde los trece años aprenden a ser más independientes, pero también a valorar más el bienestar que les ofrecen los padres, y son más capaces de crear lazos afectivos con otras personas de su misma edad.

Convivir con otras personas, a cualquier edad, hará a tu hijo más capaz de desarrollar habilidades sociales.

En cuanto al equipamiento que deben llevar, es imprescindible un calzado cómodo, aunque es preferible que no sea nuevo.

También es recomendable llevar alguna pomada que alivie las picaduras de insecto, tiritas y una crema de protección solar. No es recomendable que se lleven consolas de videojuegos, el teléfono móvil ni otros dispositivos electrónicos. Es bastante normal que muchos niños padezcan un poco de estreñimiento durante esos días, por ello es recomendable que coman fibra y beban mucha agua.

He aquí algunas de las guías para asegurarse de que las colonias elegidas son las adecuadas:

  • Tienen lugar en sitios limpios, seguros y cómodos.
  • Tienen en vigor y al día todas las licencias y permisos que, legalmente, debe tener un centro dedicado a estas actividades.
  • Los monitores y responsables tienen el correspondiente título oficial.
  • Cuentan con personal y servicios sanitarios.
  • Hay, en su base, una filosofía de entendimiento.
  • Especifican el programa de actividades y procuran cumplirlo.
  • Piden un certificado médico de los participantes. Si tu hijo tiene necesidades especiales (es alérgico, es asmático, etc.) no olvides especificarlo a un responsable del campus.

Fuente: El Mundo – Guía Infantil

Si este artículo te parece interesante, compártelo.
Facebook Twitter Plusone Linkedin Pinterest