En los orígenes está la verdad

búsqueda de orígenes

Hijos que averiguan sobre sus padres. Hermanos que se buscan entre sí. Adoptados, legales o ilegales, intentan conocer su historia personal. El fin, es saber de dónde vienen. El Rastreo del pasado suele comenzar ante una crisis personal

El deseo de saber es inherente al ser humano. Si a ello se suma que toda familia biológica necesariamente deja sus rastros, en algún momento de la vida, surgirán preguntas: ¿De dónde vengo? ¿A quién me parezco?

Representa la  natural curiosidad por determinar los verdaderos orígenes, de quienes perciben o tienen la certeza que fueron adoptados, abandonados o simplemente olvidados por sus padres, hermanos, por diversas circunstancias de la vida.

Según los especialistas, el deseo de conocer, se manifiesta en los niños desde pequeños, y adquiere una gran importancia en la adolescencia y la edad adulta. Para terminar de construir una imagen de sí mismos, necesitan entender y asimilar su historia. Por ello, en determinadas circunstancias de sus vidas, inician la búsqueda de su familia biológica. La esperanza de conocer los verdaderos orígenes, suelen surgir con más fuerza después de una experiencia importante, como el tener un hijo, la muerte de un padre adoptivo o el diagnóstico de una enfermedad importante.

La curiosidad es natural por reconstruir un pedazo del pasado, oculto o poco claro. Todo ello es independiente de la buena relación que pudiera poseer en esos momentos con sus padres adoptivos.

Los adoptados o quienes desde pequeños desarrollaron sus vidas lejos de la familia sanguínea, desean en lo posible comprobar con testimonios o acercamientos personalizados, sobre cómo fue el principio de sus vidas y de ser viable conocer a sus padres, hermanos, parientes, es decir todo sobre su familia biológica y el entorno, con quienes comparten ciertos bagajes genéticos. Allí surgen los cuestionamientos internos. Cómo habrían sido sus vidas, en aquel entorno si hubieran quedado en tal o cual barrio o en su provincia natal.

También registran un universo amplio de lazos parentales rotos por diversos motivos, donde figuran por ejemplo, muchas historias de mujeres que dejaron sus hijos con algún familiar, de madres que entregaron sus hijos en un contexto de pobreza y de padres que abandonaron sus hogares.

La psiquiatra Graciela Moreschi advierte que conocer a una madre, un hermano o un padre cuando no se tuvo el lazo filial desde la niñez, no siempre asegura un final feliz. Es decir, se les presenta otra gran inquietud: La verdad, que les puede aliviar la vida o golpear el corazón.

La situación de los adoptados, de manera legal o ilegal, requiere una atención particular. En principio, esta búsqueda se tornó más natural cuando se terminó aquel prejuicio de que la  adopción era un tema tabú. De esta manera, hasta hace unos años la exploración del pasado era parte de unos de los secretos mejores resguardados.

Esto fue cambiando, aunque no queda muy claro para aquellas adopciones ilegales o irregulares, como plantean desde una Red Virtual Solidaria cuyo objetivo es ayudar a encontrar las raíces biológicas. Integran la Red personas cuyas identidades fueron sustituidas. Se quejan de no tener ley que los ampare ni lugar a dónde recurrir porque no hay registros de estos nacimientos.

En cambio, para las adopciones legales, en la actualidad muchas normativas establecen de manera clara los derechos que tienen los adoptados para conocer todos los datos sobre su historia que obren en poder del Estado.

Fuente: territoriodigital.com

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