En 2009 Naciones Unidas aprobó las Directrices para el Cuidado Alternativo de niños y jóvenes; también existen estándares europeos de calidad. En ambos casos se incluyen declaraciones sobre los hermanos. Sin embargo, en la práctica el cuidado alternativo de los hermanos tiene poco parecido con las directrices en muchos aspectos. De hecho, muchos niños están separados de sus hermanos en los sistemas de atención de toda Europa, y muy a menudo no tienen contacto entre sí. Ningún país lucha oficialmente contra este problema. Asimismo, no hay principios jurídicamente vinculantes o de grupos de presión influyentes de los niños.
“Los hermanos con vínculos afectivos existentes no deben, en principio, ser separados por emplazamientos de acogimiento alternativo a menos que exista un riesgo evidente de abuso u otra justificación en interés superior del niño. En cualquier caso, deben hacerse todos los esfuerzos para que los hermanos puedan mantener el contacto unos con otros, salvo que ello sea contrario a sus deseos o intereses.”
Directrices de las Naciones Unidas para el cuidado Alternativo de Niños, Párrafo 17.
“Los hermanos deben ser acogidos juntos. Durante el proceso de acogida fuera del hogar, los hermanos son acogidos en el mismo lugar.
Los hermanos solo deben ser separados si esto contribuye a su bienestar. En ese caso, debe asegurarse el contacto entre ellos, a menos que esto les afecte negativamente.”
Quality4Children Estándares para el cuidado de niños fuera de su hogar en Europa, Estandard 4.
La publicación «Porque somos hermanos», describe los resultados más importantes de las actividades de investigación y documentación sobre los hermanos y sus relaciones en acogida en cinco países diferentes. Sobre el tema han trabajado las organizaciones de Aldeas Infantiles SOS de España, Alemania, Austria, Francia e Italia. A continuación, un resumen lo que se ha de conseguir con el fin de apoyar a los hermanos en cuidado alternativo
para el desarrollo de su relación.
Los niños y adolescentes con hermanos son capaces de entender las circunstancias de sus vidas en cuidado alternativo. Todos ellos están informados sobre sus derechos y opciones, especialmente teniendo en cuenta su situación como hermanos.
Las autoridades públicas y las organizaciones involucradas en la protección del niño son sensibles a las necesidades de los hermanos. Se presta atención sistemática a la perspectiva de los hermanos, desde el momento en que se toma una decisión sobre cuidado alternativo, durante todo el tiempo en el que los niños o adolescentes estén en acogimiento, hasta el momento en que abandonen el cuidado alternativo.
Con un examen minucioso se les da prioridad y la posibilidad del acogimiento conjunto en cada caso individualmente.
Los hermanos separados tienen derecho a disfrutar de su hermandad. Están en contacto directo unos con otros y pueden, en su caso, continuar fomentando y desarrollando sus relaciones de forma independiente de sus padres. Su contacto no está exclusivamente relacionado con el contacto entre padres e hijos.
Los hermanos son importantes para el manejo de las experiencias vitales y los problemas de la vida. Con el fin de experimentarse a sí mismos como hermanos, los niños necesitan tiempo y espacio, también sin cuidadores adultos.
Las relaciones entre hermanos son positivas, especialmente durante las rupturas biográficas y las crisis y durante los períodos de transición, como son el paso de la familia de origen a un tipo de cuidado alternativo; o la vuelta del cuidado alternativo a la familia biológica o el paso a la vida independiente, y cuando hay cambios en los acuerdos del emplazamiento.
Las opiniones de todos los hermanos son oídas, respetadas y consideradas con cuidado.
El Apoyo Educativo mejora el desarrollo de las relaciones entre hermanos
Los educadores proporcionan un “enfoque de entendimiento” con el fin de hacer frente a la complejidad de las relaciones entre hermanos y para evaluar la pertinencia de cada relación. Ellos tratan de comprender la historia de los hermanos y su familia biológica, y ayudan a los niños a hacer lo mismo. Las
relaciones entre hermanos se consideran dentro de los contextos de la familia biológica, el bienestar de la juventud y el cuidado alternativo.
Es fundamental una actitud participativa cuando se trabaja con los hermanos. Con el fin de ajustarse a las necesidades y experiencias de los niños, la participación de los hermanos se fortalece, sobre todo en los procesos de cambio, separación y reunificación.
Los educadores apoyan a los hermanos a hacer frente a sus experiencias y desarrollar sus relaciones teniendo en cuenta la individualidad de cada niño y el grupo de hermanos en su conjunto.
A los niños se les apoya en la búsqueda del tipo de relación que quieren tener con sus hermanos y para renegociar su lugar en el grupo de hermanos.
Para acceder a la publicación completa de «Porque Somos Hermanos»
Fuente: Aldeas Infantiles España
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