Tras 14 años desde la entrada en vigencia de la actual de ley de adopción chilena, el Ministerio de Justicia anuncio que buscará implementar algunos cambios en la normativa, con el fin de acortar los tiempos de espera de las familias, que suelen ser bastante largos. Además, se cambiará el orden de prioridad para las personas que deseen postular al proceso, dejando en primera posición a los matrimonios chilenos y en segundo lugar a los extranjeros y los solteros.
La actualización del sistema contempla que hoy en día un proceso de adopción puede llegar a tardar entre un año y un año y medio en el mejor de los casos, por lo que se buscará establecer más causales de adaptabilidad y acotar el proceso de búsqueda de parientes dispuestos a adoptar.
Por otra parte, las autoridades manifestaron su intención de regular la adopción de niños que provienen del extranjero, cuya situación no está protegida por un marco jurídico acorde. En este sentido, se pretende mejorar la normativa tanto para padres que efectúen el proceso en el extranjero, como para parejas chilenas residentes en otros países que quieran adoptar en Chile.
Otro aspecto que se modificará tiene que ver con el orden de prioridad para las personas que deseen postular a la adopción, dejando en primer lugar a los matrimonios chilenos, y en segundo a los matrimonios extranjeros y los solteros.
Finalmente, se creará la figura de la protección intrafamiliar que estipula que si un abuelo quiere hacerse cargo de un nieto, ya no lo tiene que adoptar. Gracias a esta nueva norma, se les otorgan los mismos derechos que existen entre padres e hijos.
La controversia de los guardadores
El caso del carabinero José Luis Perales que solicitó la adopción formal de una niña de la que era cuidador, despertó el debate sobre el proceso de adopciones en Chile y el rol de esta determinante figura.
Quienes defienden el sistema actual, afirman que el mismo permite que el niño se integre a una dinámica familiar antes de ser entregado a sus padres adoptivos, promoviendo su sano desarrollo cognitivo, afectivo y vincular.
Fuente: Universia Chile
