Una carta conmovedora sobre la adopción en Colombia

Claudia Anchique, prestigiosa cardióloga de la Sociedad Colombiana de Cardiología, envia el siguiente mensaje, a propósito de las denuncias que están haciendo sobre adopciones en Colombia:

«El daño que ha causado en tan poco tiempo un programa de televisión sobre adopciones es terrible. El contenido de sus informes es sesgado, incompleto, amarillista y superficial. Lo único que ha provocado es dolor para los niños que han sido adoptados. Los informes les generan incertidumbre y graves consecuencias importantes para sus vidas […]. ¿Han sido engañados por sus padres?, ¿fueron comprados?, ¿su vida ha sido una mentira?, ¿ellos tenían un precio?, etcétera […]

Y para los padres que adoptaron, el daño es igualmente grave: se les está acusando indirectamente como compradores de niños.

Y para las parejas y/o personas que quieren adoptar, los informes solo originan incertidumbre, temor, duda y posiblemente se frustre la opción de dar a un niño una familia.

En un país donde el maltrato infantil, la violencia intrafamiliar, el abuso sexual, el abandono escolar, el trabajo en la infancia y en general el maltrato a los niños son el pan de cada día, no tiene sentido bloquear la opción de vida de niños sin hogar.

Y para quienes trabajan en instituciones donde se respetan y cumplen los protocolos de adopción, así como las normas y leyes correspondientes, y han dedicado su vida con ética y convicción a la seguridad, la formación y desarrollo de los niños es una injusticia. Taponar y dificultar más la adopción de niños […] No olviden que un niño o una niña entregados por violencia, por abuso, por abandono, por criminales castigos, solo puede permanecer en una casa de adopción o en el ICBF hasta cuando cumpla los 18 años. Si no fueron adoptados se irán a la calle… y es seguro que quienes atacan hoy las adopciones en colombianos no les van a dar ni familia ni cuidado ni atención.

Yo soy miembro de lo que llamamos la Familia Pisingos, por haber realizado un proceso de adopción allí. Mi esposo y yo adoptamos a nuestra adorada Manuela, de 6 años. Ella es hoy la razón de nuestra existencia. Otros padres Pisingos y por supuesto otras fundaciones tan decorosas y dignas dan felicidad a niños otorgándoles hogar, y a los hogares, otorgándoles un hijo.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar trabaja cumpliendo las leyes con ética y valor y ha demostrado que la adopción sí es un camino de vida y no un refugio de maleantes ni un eje de negociantes, como lo tratan de mostrar los informes a los que me refiero […].

Atte. Claudia Victoria Anchique Santos
La feliz madre de la feliz Manuela»

Fuente: CM&

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