El bloqueo de Marruecos a las adopciones internacionales dura más de un año

Marruecos

Más de cien familias extranjeras (de las que 58 son españolas) llevan ya un año con los procesos de adopción de niños marroquíes bloqueados por la decisión de Marruecos de denegar las adopciones a los no residentes en el país, recuerdan algunos de los afectados en un comunicado divulgado hoy.

En la nota, firmada por cuarenta de las familias afectadas, se recuerda «la desesperada situación y el drama humano» que viven al llevar más de un año cuidando a niños que les han sido asignados pero que no tienen derecho a sacar ni siquiera del recinto de los orfanatos de Rabat, Casablanca y Agadir.
Teniendo en cuenta que las adopciones plenas no existen en Marruecos, sino que es algo más parecido a una «tutela dativa» (kafala según el régimen jurídico musulmán), el Gobierno español presentó en febrero pasado al Ministerio de Justicia marroquí una propuesta para cambiar el régimen de adopción internacional que contemple explícitamente (como sucede en Francia) la figura de la kafala.
Si la reforma prosperase, los niños dados en kafala a una familia española conservarían su apellido, su religión y su nacionalidad, pero hasta el momento el Ministerio marroquí de Justicia, dirigido por el islamista Mustafa Ramid, no ha dado una respuesta oficial.
Ha quedado claro que las kafalas ya no serán concedidas en Marruecos en el futuro por la dificultad de garantizar lo que el ministerio de Ramid considera imprescindible, el seguimiento del niño tutelado, pero el problema lo constituyen las casi 120 familias que tienen bloqueado el proceso de adopción.
Los firmantes del documento recuerdan que, en el momento de conocer al niño que les fue asignado, cumplían «todos los requisitos previstos por la ley marroquí», como haberse convertido al islam o demostrar tener medios económicos para sacar adelante al niño.
La circular promulgada en septiembre pasado por el ministro Ramid a los jueces de infancia, en la que recomendaba sin ambages negar la kafala a los no residentes -algo que los jueces ya venían haciendo de facto hacía meses-, hizo que la mayoría de los padres iniciaran largos y costosos procesos para conseguir una tarjeta marroquí de residencia y pagar además el alquiler de una vivienda.
Como hoy recuerdan, algunas familias han dejado trabajos y casas en España para instalarse permanentemente en Marruecos; otros, los más, han convertido su vida en un puente aéreo para poder estar dos veces al mes con sus hijos en horario de 9 a 6, y siempre dentro de los muros de los orfanatos.
«Los menores, a los que en la mayoría de casos conocimos cuando solo tenían unos días o unas pocas semanas, han cumplido casi todos el año de edad», recuerdan los afectados.
«Tanto ellos, que fueron abandonados al nacer y que nos consideran sus padres, como sobre todo los mayores, que ya tienen 6 años, lloran cada tarde cuando nos marchamos del orfanato y los tenemos que dejar», añaden.
Los padres muestran su acuerdo con que haya mecanismos de seguimiento por parte de Marruecos de los niños dados en kafala (a través de los consulados marroquíes o del sistema judicial), pero apelan al drama humano que supone esta larga espera para los niños, especialmente.

En este sentido, piden a los ministros de Justicia de Marruecos y España «que tomen conciencia de que los tiempos para un bebé de un año o para un niño de seis son muy distintos de los tiempos que requieren las negociaciones entre dos gobiernos y entre dos estados»

Fuente: Diario Vasco

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